Con el advenimiento de la Cuarta Revolución Industrial, la industria manufacturera se enfrenta a un cambio de paradigma. En respuesta a su entorno de trabajo en constante cambio, los fabricantes muestran cada vez más interés en la robótica. Los robots son fundamentales para el sistema de procesos de próxima generación que combina computadoras, inteligencia artificial y tecnología de la información utilizada en fábricas inteligentes. Y hay tendencias que muestran que los robots colaborativos (también conocidos como cobots) se convierten en la solución elegida por los fabricantes de lotes pequeños. Los cobots se han vuelto populares porque son más fáciles de operar con muchos de los mismos beneficios que los robots industriales, pero son menos costosos de mantener.
Los cobots están diseñados para interactuar directamente y junto a los humanos. Realizan tareas simples, repetitivas y tediosas, así como cualquier acción que implique una posible exposición a contaminantes o que presenten un mayor riesgo de lesiones. Esto permite a los trabajadores humanos centrarse más en tareas que requieren subjetividad, creatividad o artesanía, en un entorno colaborativo más seguro.
Por el contrario, los robots industriales están hechos para trabajar autónomamente a grandes velocidades y su control esta dedicado a ser veloz, manejar cargas elevadas, ser precisos en posiciones y por eso la seguridad se debe implementar por aparte.